La saca del corcho tiene lugar en primavera o verano, cuando la corteza del alcornoque alcanza su punto óptimo de desprendimiento. Los 'corcheros', expertos en esta labor, realizan incisiones precisas en el tronco del árbol para extraer cuidadosamente la corteza, sin dañar al árbol.
El sonido característico del hacha y el golpe del mazo resuenan en el bosque mientras se separa el corcho de la madera. La destreza y conocimiento transmitidos de generación en generación son fundamentales para garantizar una cosecha adecuada y la supervivencia del alcornoque.
La saca del corcho es un proceso que requiere paciencia y esfuerzo. Los corcheros muestran un profundo respeto por los árboles y su entorno, asegurándose de que la actividad sea sostenible y no ponga en peligro la salud de los bosques.
